Opinión

El caso Bretón (segunda época)

La libertad de expresión es parte del núcleo del sistema de libertades y cualquier sacrificio ha de estar muy justificado. Pero a la hora de la aplicación al caso tampoco se pueden ignorar sus circunstancias, so pena de hacer del derecho una mera maquinaria. Al parecer la novela reportaje "El odio", de Luisgé Martín, no deja dudas, desde el mismo título, del motor del asesinato de sus hijos por José Bretón: el odio a su esposa. ¿Anima al asesino la misma intención al hacer ahora su nuevo relato de los hechos, asumiendo su autoría y devolviéndole actualidad? No hace falta entrar en esa especulación pues, sea o no la intención, el efecto revictimizador está asegurado. Infligir ahora esa nueva pena a la víctima vicaria ¿es un precio obligado de la libertad de expresión? Si se impide la difusión del libro el puro derecho padecería, pero la compasión a las víctimas debe tener los suyos.

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