En una noche que quedó grabada en la memoria de los aficionados culés, el FC Barcelona logró una heroica victoria por 0-1 ante el Benfica en la ida de los octavos de final de la Champions League.
El equipo de Hansi Flick demostró una vez más su capacidad de superación, resistiendo con diez hombres durante más de una hora y aprovechando su única oportunidad clara para llevarse un resultado de oro de vuelta a la Ciudad Condal.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) March 5, 2025
El Estádio da Luz, escenario de aquella épica remontada por 4-5 en la fase de grupos, se volvió a ser testigo de otra actuación memorable del Barça. Sin embargo, esta vez el guion fue muy diferente. La expulsión de Pau Cubarsí en el minuto 22 por una falta sobre Pavlidis cuando se quedó solo ante el portero obligó a los azulgranas a replantear todo su esquema.
Flick respondió con rapidez, sacrificando a Dani Olmo para dar entrada a Araújo y reforzar la defensa. A partir de ese momento, comenzó el asedio del Benfica, que se encontró una y otra vez con un Wojciech Szczesny en estado de gracia. El portero polaco representó una actuación para marcar, con paradas antológicas que mantuvieron con vida a su equipo.
El Benfica generó ocasiones de todos los colores, pero se topó con la muralla azulgrana. Aktürkoğlu, Pavlidis y Aursnes pusieron a prueba los reflejos de Szczesny, que respondieron con intervenciones de mérito.
Cuando parecía que el empate a cero era un gran resultado para los visitantes, apareció la magia de Raphinha.
El brasileño, héroe ya en el partido de la fase de grupos, volvió a dejar su sello en Lisboa. En el minuto 67, recibió un balón en la frontal del área y, sin pensarlo dos veces, soltó un disparo que, tras tocar en António Silva, se coló por la escuadra de la portería de Trubin. El gol cayó como un jarro de agua fría para los locales y desató la euforia en el banquillo barcelonista.
A partir de ahí, el Benfica se lanzó en busca del empate, pero se encontró con un Barça perfectamente organizado en defensa y un Szczesny inspiradísimo. Los minutos finales fueron un ejercicio de resistencia heroica por parte de los azulgranas, que supieron sufrir para mantener su ventaja.
Con este resultado, el Barcelona da un paso de gigante hacia los cuartos de final de la Champions League. La vuelta en el Spotify Camp Nou se presenta apasionante, pero los de Flick tienen ahora una ventaja que defiende ante su público. Si algo quedó claro esta noche en Lisboa es que este Barça tiene el gen competitivo intacto y que, pase lo que pase, no se rinde jamás.