El robo del siglo

El gran robo que inspiró La Casa de Papel

La popular serie de Netflix es más real de lo que pensabas, se inspiró en esta increíble historia real.
la casa de papel

Armados con máscaras de Salvador Dalí, trajes rojos y un plan brillante, los asaltantes de La Casa de Papel, la serie de Netflix que dejó a todos obsesionados con su primera temporada, entraron a la casa de moneda listos para dar el gran golpe y llevarse una fortuna. 

Con nombres de países y un profesor como jefe, los criminales entraron por la puerta grande, tomaron a los rehenes, cubrieron las entradas y se dispusieron a tomar el botón como si se trata de quitarle un dulce a un niño.

Suena demasiado perfecto para ser real, ningún robo sale así en la vida real ¿o si? La Casa de Papel no es un documental o una serie biográfica sobre un ladrón profesional, pero, si los rumores son ciertos, está basada en una historia real, en un increíble robo que sucedió hace unos años y fue llamado, en su momento, como el robo del siglo.

Los creadores de la serie española dicen que no es el caso, pero las similitudes son demasiadas como para que todo se trate de una simple coincidencia. 

El robo en cuestión sucedió en 2006 en Argentina, fue muy complejo, los criminales se llevaron una suma exorbitante y el autor del robo, Fernando Araujo, incluso consideró demandar a los creadores del show por robar su historia.

El robo del siglo de Argentina sucedió cuando un grupo de ladrones entraron en el Banco Río de Acassuso armados con pistolas de juguetes y un plan brillante, los criminales, que tenían un líder llamado El Maestro, que no tenía antecedentes penales, lograron entrar y salir sin dañar a uno solo de los 23 rehenes que se encontraban en el interior.

El 12 de enero de 2006, 6 ladrones entraron en el banco, tomaron a las personas que se encontraban ahí y esperaron horas mientras el lugar se llenaba de policías, más de 300, listos para entrar ante cualquier señal de peligro o problemas.

La orden de entrar al banco se dio 5 horas después de que los ladrones entraran, pero ya era tarde, ellos ya no estaban ahí. Como parte del plan, habían cavado un túnel por el que lograron salir, escapando usando lanchas inflables en las que cargaron 15 millones de dólares, de los que solo se logró recuperar 1 millón. 

Lo que dejaron atrás fue a los rehenes ilesos y un mensaje que decía “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es solo plata y no amores”. Detrás del plan se encontraba Fernando Araujo, un profesor de artes marciales que se hacía llamar El Maestro y que jamás había parecido sospechoso para la policía. 

Araujo quería dar un mensaje y un gran golpe, así que comenzó a reclutar a otros criminales para formar una banda perfecta para lograr la misión sin problemas y sin violencia.

De acuerdo con El País, los ladrones dudaban de su líder en un principio, pero, el día del golpe, notaron que su plan, que Araujo tardó dos años en desarrollar, estaba funcionando y confiaron en que todo saldría como querían. 

El Maestro vivía cerca del banco y pretendía usar armas de juguete para entrar a la fuerza y su intención era “robarle a los ricos”, al estilo Robin Hood, para quedar como héroes que se habían enfrentado al sistema.

El plan era pasar suficiente tiempo adentro y usar a los rehenes para distraer a la policía, se dice que incluso pidieron pizzas para celebrar el cumpleaños de uno de ellos, así podían ponerse a trabajar con calma, abriendo tantas cajas de seguridad como les fuera posible. 

Mientras tanto, las negociaciones corrieron a cargo del Berlín de la vida real, Luis Mario Vittete, quien incluso estudió teatro para ser más elocuente al hablar con la policía.

Pero, ahí es donde las historias de La Casa de Papel, una de las series más vistas de Netflix, y de este robo se separan, los ladrones lograron escapar con su botín, pero fueron encontrados al poco tiempo debido a que la esposa de uno de ellos confesó a la policía después de que se enterara de que su esposo iba a dejarla.

Los ladrones fueron capturados y pasaron alrededor de 5 años en prisión, ya que no usaron armas reales y ningún rehén fue herido, pero la mayor parte del dinero nunca fue recuperado y se cree que ellos podrían tenerlo escondido todavía.