Puerto Sherry, urbanización en El Puerto de Santa María, tiene una buena oferta gastronómica, con restaurantes que merece la pena conocer. Uno de ellos es Babú, que cumple en abril de 2025 su primer año. Con el portuense Christian Castro a los mandos de la cocina, los propietarios del local han querido dar un salto de calidad en el servicio de sala, incorporando a su plantilla al sumiller Juan Carlos Hernández, que el 26 de noviembre de 2024 celebraba como suya la segunda estrella Michelin concedida a Alevante, el restaurante de Ángel León en Chiclana de la Frontera (que no en Sancti Petri, por muchos que alguños se empeñen). No en vano, había estado trabajando allí durante mucho tiempo, y acababa de despedirse para comenzar su nueva etapa profesional en la costa de El Puerto.
Juan Carlos Hernández, a la izquierda, con Christian Castro. Foto: Salva Moreno
Juan Carlos es de Rota, y sentía que necesitaba un cambio para poder pasar más tiempo con su familia, a punto de crecer. Alevante quedaba bastante lejos de casa, más en verano, porque aunque los kilómetros de distancia sean los mismos, el tiempo empleado en recorrerlos se multiplica. Y Puerto Sherry está mucho más cerca, así que aceptó la oferta de Babú.
Ahora tiene en sus manos el servicio de un restaurante con un amplio espacio interior. Pero lo que destaca, sin duda, son las vistas desde la terraza, con la playa de La Muralla a un lado y, al otro, la Bahía de Cádiz. el puente de la Constitución de 1812 (el de La Pepa, como se le conoce), aparece silueteado en la cercana lejanía. Y si además hace un buen día…
La oferta de Babú
Pero puede que a un restaurante vayas una vez por la ubicación. Para repetir, la experiencia debe de ser buena, así que también se trata de comer bien, que para eso se gasta uno el dinero. Christian Castro se encarga de todo lo que sale de la cocina. Antes, pasó por Berdó, también en Puerto Sherry, o el tristemente inactivo Ramé.
Las croquetas, de gambas y de jamón. Foto: Salva Moreno
Poco secretos oculta en su cocina, como él mismo reconoce, porque sabe muy bien cuál debe ser su firma: «producto de temporada, de mercado. Buscamos una materia prima excelente, trabajándola lo mínimo posible porque los productos que tenemos son magníficos. Buscamos la excelencia en todo; si nos vamos al cerdo ibérico tenemos 5J; si es ternera, Cárnicas LyO y otros proveedores; los pescados de Brioso de Sanlúcar, con los mejores mariscos…». Poco más que añadir.
Si hablamos de una buena experiencia, el servicio juega un rol fundamental en que el cliente disfrute. Con la llegada de Juan Carlos, esa excelencia en la sala está más cercana. Dedicado desde joven a la hostelería, fue su paso por el Hotel Playa de La Luz, en su Rota, el que le terminó enganchando finalmente a esta profesión.
Ángel León siempre ha tenido en Rota una ciudad en la que reclutar miembros de su tripulación, y Juan Carlos llegó a Aponiente cuando aún estaba en la calle Puerto Escondido, en el local que ahora es La Taberna del Chef del Mar. «El Playa de la Luz hizo que me decantara por esta profesión, pero Aponiente me enamoró por completo. Allí entré como runner, como ayudante, pero Juan Ruiz me propuso entrar en el equipo de sumillería y me animé. Hice cursos en la Taberna del Alabardero, y a partir del 2017, me soltaron a los leones en Alevante», dice riendo. «Como sumiller, como más se aprende es bebiendo, catando, leyendo mucho y estudiando. Pero sí que es cierto que la base, los cimientos, los marcó el equipo de sala de Aponiente».
Puntillitas fritas de Babú. Foto: Salva Moreno
Juan Carlos añade que espera que su presencia en Babú se note «en la calidad, en un servicio un poco más exquisito, dentro de las posibilidades de un restaurante que puede acoger a más de 150 comensales. No puedo exigir un servicio de estrella Michelin, pero sí introduzco algunas pautas básicas, y que quienes trabajen conmigo tengan conocimientos de vinos. De hecho, ya se han hecho algunas formaciones. Aquí quiero dejar mi impronta personal, mi sello, para que la gente quiera aprender, le ponga ganas y se genera una ilusión que se transmita al comensal».
Así que buenos vinos no van a faltar en Babú con Juan Carlos Hernández al frente. Próximamente, incorporará sacas especiales de bodegas a las que considera amigas, Habrá referencias de diversas procedencias, pero Cádiz es parte importante de su carta de vino. Manzanilla Maruja Pasada de Juan Piñero; el amontillado en rama La Honda, de Osborne; y el Le Fleq de Flequi Berruti, con la Pinot Noir de los Viñedos de Robin, son algunos de los vinos que ya han podido disfrutar sus clientes. Dice Hernández que su idea es que Babú sea un lugar de referencia para beber buen vino. Los tres mencionados son buena prueba de esas intenciones.
La carta de Babú
¿Y en Babú qué se come, no? Pues como decía Christian, muy buen producto. La carta tiene varios apartados: Para Picar, Aperitivos, Pescaito Frito, Atún de Almadraba Gadira, Del Mar al Plato, Carnes a la Brasa, Postres y unos platos para los más pequeños.
Jamón ibérico 5J, cecina de angus, tabla de quesos, ensaladilla de jamón 5J, tosta de matrimonio, croquetas de coral de gambas con mayonesa de anchoas y sashimi de gambas blancas de Huelva, también de jamón, o el corazón de alcachofa frito con gazpachuelo de ostras y cecina black angus, son algunos de los que aparecen en los dos primeros epígrafes.
Langostinos de Sanlúcar al ajillo con patatas. Foto: Salva Moreno
De pescaito frito, chocos, puntillitas, boquerones y dorada salvaje frita a la gaditana. De atún de Gadira, tabla de salazones, pan brioche tostado con tartar de atún, tartar de descargamento, o sashimi de akami, entre otros.
Los productos del mar, mejillones thai con leche de coco, curry rojo y lima; langostinos de Sanlúcar al ajillo con patatas y huevos camperos fritos, o el arroz meloso de carabinero con alioli de ajo asado. Las carnes, lagarto y presa ibérica, y lomo bajo y chuletón de lomo alto de vaca rubia gallega.
En Babú también apuestan por la coctelería, sobre todo cuando el clima les permita abrir durante todo el día. No está nada mal terminar de comer y relajarse con las maravillosas vistas del restaurante tomándose alguna copa. Yo no lo dudaría…
Babú
- Dónde: Poblado Marinero - Puerto Sherry, Tr.ª Puerto de Sta. María
- Precio medio: 40 euros
- Reservas: 602 42 28 83
- Horario: Abre todos los días.
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